Ayer, 22 de abril, nos dejó nuestra querida  Ana Otaegui. Toda una institución del colegio Eskibel. Una mujer apasionada de la enseñanza, del trabajo bien hecho, del rigor. Ha dejado una huella imborrable en todas las alumnas que pasaron por sus clases, en sus familias y sus compañeras. Se nos ha quedado el corazón encogido, pero nos consuela saber que está ya en brazos de Dios Padre. Sabemos que tenemos ahora una gran intercesora. Goian bego!