Veinticinco años después de dejar el colegio, la XI promoción de Eskibel quiso reunirse en el colegio para conmemorar esta fecha, ver a las amigas de siempre y agradecer de algún modo al colegio lo que aprendimos durante nuestros años de alumnas. El encuentro fue el día 1 de julio y todas estábamos entre nerviosas y expectantes: ¿nos reconoceremos?, ¿estaremos todas?
Al llegar habían colocado la orla de nuestra promoción y fue muy divertido comprobar que realmente ¡seguimos iguales! No estábamos todas pero si bastantes: Carolina Lilly, Silvia Egusquiaguirre, Elba Martí, Lola Palacios, Carolina Güell, Leyre Arruti, Lucía Gil, Teresa Arteche, Astrid Echart, Cristina Garrote, María Guibert, Amaia Cuñado, Leyre Rodríguez, Olivia Nogués, Miren Oyarbide, Sonsoles Fuentes, Belén Cárdenas, Ana Saint-Gerons y Stella Gómez. Echamos en falta a las que no pudieron venir.
Aquí va el testimonio de una de ellas: “Sé que fue un día fantástico lleno de buenos recuerdos y no pude asistir!!!! Gracias ESKIBEL por haber formado gran parte de mi vida. Reconozco que cada vez que escucho el himno del colegio me lleno de orgullo y se me escapa alguna lágrima llena de cariño y agradecimiento!!!!” (Olga Barcáiztegui)
Después de la Santa Misa, Marta nos llevó a conocer la nuevas instalaciones del Colegio y recorrer las de siempre: aulas, comedor, pasillos…Coincidimos todas en que nos parecía más pequeño pero todo igual…No parábamos de hablar y de reírnos recordando anécdotas y situaciones de cuando éramos pequeñas. Comimos… ¡en el comedor de profesoras! Esa habitación que en nuestra época era un gran misterio y resultó muy divertido cuando algunas se pusieron el uniforme y entraron al comedor al son de la marcha “Semper fidelis” del desfile de la fiesta de Fin de Curso.
Tras la comida nos hicimos algunas fotos y vimos un video con imágenes de nuestra estancia en el Colegio. Aunque algunas hacía más de 20 años que no nos veíamos, hablamos, nos reímos y recordamos cosas como si hubiera pasado solo un fin de semana. Como nos anunció don Pedro Luis en la homilía de la misa, nos costó mucho irnos y quedamos en intentar vernos todos los años y seguir manteniendo el contacto, también con el Colegio.
Por la noche, ya en nuestras casas y en nuestras vidas actuales aín seguíamos emocionadas, repasando todo lo que se nos había olvidado contarnos, tantas profesoras y amigas que nos ha dado el colegio, tantas cosas que aprendimos y aun vivimos… Más de una confesó al día siguiente que costó mucho conciliar el sueño, pero a pesar de eso ¡REPETIMOS SEGURO!