Cartones, jeringuillas y unos palillos de madera, combinados con creatividad y mucho trabajo en equipo, fueron los ingredientes necesarios para elaborar un robot en la clase de Tecnología de 2º de ESO. Un proyecto que sirvió para activar la curiosidad de las alumnas y despertar el interés por la tecnología, la ingeniería y las ciencias.

De esta forma, a través del trabajo en cooperativo, las alumnas tuvieron que diseñar un robot con material reciclado: un brazo hidráulico. Una clara conciencia ecológica que se combinó con la mecánica y la física por descubrimiento. En este sentido, no se trataba de construir un kit dado, sino crearlo desde cero, dibujando y cortando cada pieza. Precisamente, esto implica cierto espíritu emprendedor, creatividad para buscar soluciones y maximizar las oportunidades, y trabajo en equipo para obtener el mejor resultado con las aportaciones de todas.

 

Así pues, el robot se acciona por jeringuillas y funciona por presión. En este sentido, responde al descubrimiento de la prensa hidráulica de Pascal y la capacidad de levantar grandes masas con pequeñas fuerzas. Una excelente ocasión para tratar la física y la mecánica de forma práctica, además de servir para despertar vocaciones científicas y tecnológicas, y seguir apostando por las competencias STEAM.